Si bien es cierto que nuestro
país se encuentra en vías de desarrollo, debemos ser conscientes que el
desarrollo venidero para nuestra sociedad es gradual y paulatino. Podemos ver
que las clases sociales están muy marcadas y que hay barreras aún por romper.
Pero además de la desigualdad económica
y social no sólo se ve como un arraigo en nuestro país, sino que lo caracteriza
por el interés de grupos políticos por satisfaces sus propias necesidades y
mantener un elevado estándar de vida, distinto al de los que sufren la extrema
pobreza, y muchas veces a costa del segundo grupo.
Se calcula que en los próximos
veinte años, la extrema pobreza desaparecerá. Sin embargo, debemos
preguntarnos: ¿Cuáles serán las nuevas medidas políticas que se adoptarán para
cambiar con esta problemática?.
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